Este proyecto parte de un jardín tradicional para dar paso a una intervención contemporánea de líneas limpias y materiales nobles, donde la geometría dialoga con la vegetación de forma elegante y funcional.

La propuesta articula el espacio en plataformas y niveles que ordenan el terreno, mejoran la usabilidad y crean zonas de estancia bien diferenciadas: áreas de césped, terrazas pavimentadas, bancos integrados y elementos verticales que combinan acero corten, madera técnica y vegetación estructural. La vegetación –coníferas, bambú, aromáticas y un árbol protagonista– aporta privacidad, frescor y continuidad visual.

El uso de jardineras metálicas sobreelevadas, revestimientos cálidos y mobiliario bien integrado genera un entorno con carácter, que responde tanto a la arquitectura de la vivienda como al disfrute cotidiano del espacio exterior.